Casa Cuenca cuenta con 10 habitaciones, cada una de las cuales es un testimonio de la cuidadosa curaduría de texturas y materiales mexicanos. En el espacio encontrarás un diálogo entre rasgos originarios de la identidad mexicana y el significado histórico de la casa, construida en la década de 1930, un periodo marcado por el auge y esplendor cultural de México. Durante este momento histórico, México abrió sus puertas al mundo, dejándose inspirar principalmente por Europa. Casa Cuenca hoy se crea en la intersección de estas épocas, adoptando el diseño y los elementos arquitectónicos de Europa, al mismo tiempo celebraba e invitaba a las características autóctonas del territorio mexicano.
La década de 1950 fue testigo del auge de un diseño ambicioso y experimental que consideraba el arte y la arquitectura como disciplinas complementarias. Este periodo marcó otro esplendor de la innovación mexicana, aunque esta vez mirando hacia dentro para crear una estética y un diálogo totalmente nuevos. Durante este periodo los arquitectos de la llamada segunda generación, como Abraham Zabludovsky, Teodoro González de León, Agustín Hernández, Pedro Ramírez Vázquez, Luis Barragán, Mathias Goeritz, Ricardo Legorreta, Mario Pani, Clara Porset, entre otros, estuvieron a cargo de la construcción de la imagen de un México fuerte y estable en su diseño.
La “Segunda Generación” logró establecer para siempre el lugar de México en la escena mundial del arte y la arquitectura. En Casa Cuenca, nos inspira la estética que se crea en esta época; el uso de elementos de mobiliario forjado, formas geométricas, líneas, colores y la forma en que se utilizaba la luz natural.
Optamos por una recuperación de los espacios y de los detalles originales de la propia casa. Introdujimos materiales como ladrillo, arcilla y maderas naturales, lo que nos permitió trabajar con artesanos de las regiones circundantes de Puebla, Oaxaca y Saltillo.
Los textiles y diseños que se ven en todo el hotel, como tapetes, luminarias, mantas, batas, y objetos son una expresión de nuestro gusto. Seleccionamos los detalles conscientemente y colaboramos con artesanos para concebir diseños originales que hicieran referencia a la rica tradición textil y artesanal de México.
El resultado es un hotel que propone un diálogo entre el pasado y el presente, combinando el esplendor arquitectónico de principios del siglo XX con la riqueza cultural de nuestro presente contemporáneo.
En Casa Cuenca te invitamos a habitar las texturas de México.